viernes, febrero 24, 2006

desenmascarando las utopias de la desregulacion

Este quote de Alfred Kahn, nos demuestra las falacias de la desregulacion completa de los mercados (especialmente de aquellos dominados por grandes capitales, como energía, telecomunicaciones, agua, hidrocarburos, etc). Su lógica y razonabilidad son impecables:

"Continued deregulation is te proper way to go, to the extent feasible... The central institutional issue of public utility regulation remains finding the best possible mix of inevitable imperfect regulation and inevitably imperfect competition.

All competitios is imperfect; the preferre remedy is to try to diminish the imperfection. Even when highly imperfect, it can often be a valuable suplement to regulation.
But to the extent that it is intolerably imperfect, the only acceptable alternative is regulation. And for the inescapbale imperfections of regulations, the only available remedy is to try to make it work better."
Alfred Kahn, "The economics of regulation", MIT Press, 1988

Que opinan?

domingo, febrero 19, 2006

La moderacion política

La moderacion política como base de la Tercera Via Ecuatoriana.

Ustedes se preguntarán a que me refiero exactamente con la moderacion política.

No creo poder explicarlo mejor que el profesor Jaime Rodríguez-Arana Muñoz, de la Universidad de la Coruña, en su artículo del día 11 de febrero publicado en el diario español ABC, en el que dice: "...la moderación no significa medias tintas, ni la aplicación de medidas políticas descafeinadas, tímidas o pusilánimes, porque la moderación se asienta en convicciones firmes y particularmente en el pleno respeto a la identidad y autonomía de cada actor social o político. En otras palabras, la moderación descansa en la bondad del pluralismo y se expresa desde las convicciones, no desde las imposiciones."

Mas adelante continua: "En fin, desde la moderación, desde la contemplación de la realidad tal y como es, resulta más fácil pensar en la política como servicio al interés general. Es más fácil porque se está liberado de la esclavitud de la ideología cerrada, de esa cerrazón para ver la realidad que atenaza a quienes se empeñan por atarse a perspectivas de una única dirección. La realidad hay que conocerla, respetarla y mejorarla. La moderación, en definitiva, invita a nuevas maneras, a nuevos estilos de hacer política, mucho menos radicalizados; fundamentalmente mucho más comprometidos con los problemas reales de todos los ciudadanos." (Para leer todo el artículo acudir a http://www.abc.es/opinion/index.asp?ff=20060211&idn=132163357626)

Es que en definitiva lo que debemos gestar es una nueva forma de hacer política. Una manera que se aleje de los viejos dogmas caducos y de las ideologías innecesarias y anacrónicas. Debemos tener un enfoque práctico de la política, que nos permita solucionar los problemas cotidianos y reales de los ciudadanos. Todo esto sin caer en la demagogia ni el populismo.

Mi propuesta sería colocar a la moderacion política como fundamento de la tercera vía. ¿Ustedes que piensan?

jueves, febrero 09, 2006

TLC 1



Existe en la economía la concepción teórica de que el Tratado de Libre Comercio (TLC) beneficia a todos los que intervienen en el, sin consideración a la disparidad de poder económico de los participantes.

Esta concepción se basa en la ley (analítica) de la Ventaja Comparativa (VC). Bajo el prisma de la VC, el comercio beneficia a todos los participantes, y aunque las industrias menos competitivas sean desplazadas por las industrias extranjeras, las industrias competitivas crecerán a absorber el mercado laboral que aquellas abandonan. A la final los grandes ganadores son los consumidores, y como tendencia macro se produce una especialización regional que empuja a las curvas de producción hacia fuera. En otras palabras, a través de la eficiencia, crece el pastel.

Entonces, el TLC:

1) Beneficia a los consumidores puesto que se obtienen productos de menor precio y mayor calidad.

2) Aunque al principio parece desplazar a la vieja industria incapaz de competir en el mercado abierto, reemplaza esta industria con la nueva industria proveniente de la expansión de los sectores competitivos… Y quizás de la inversión extranjera.

Sin embargo, creo que es posible que esta visión neoclásica del libre comercio no sea tan perfecta. Esta visión abstrae muchos elementos que pueden ser críticos.

En primer lugar, es posible que la nueva industria no crezca con la suficiente velocidad como para absorber a la vieja industria desplazada. El mercado para la expansión de los sectores competitivos puede simplemente no existir, o por decisión de los empresarios, esta expansión puede contenerse.

Contener esta expansión es racional por dos motivos:

a) La expansión podría bajar los precios de los productos.

b) Si quiebra la vieja industria, va a haber una gran pérdida de viejos puestos de trabajo, al detener la expansión se obliga a los nuevos trabajadores a bajar sus exigencias laborales, se los presiona a un precio más bajo.

No puedo dejar de resaltar la importancia de b), este es el costo social del TLC, que muchas veces se escapa del cálculo económico. Es posible que eventualmente, cuando la industria competitiva se expanda, se recuperen los puestos laborales, pero esta renegociación probablemente deje a los trabajadores en una peor condición económica.

En segundo lugar, la expansión a través de la inversión extranjera puede no llegar por razones de riesgo país, esto de nuevo nos remite al costo social de la transición de la vieja industria desplazada a la nueva industria competitiva. Si la transición no es rápida, el caos y las protestas crearán una situación hostil para la inversión extranjera, inevitablemente. El fin de tal proceso es que para poder atraer la inversión extranjera reduzcamos nuestras exigencias laborales, de nuevo reduciendo la condición económica de la clase trabajadora.

El beneficio para los consumidores puede ser trivializado si consideramos que casi todo consumidor también es trabajador. De nada sirven mejores productos a menor precio si la capacidad adquisitiva del trabajador baja.

Finalmente existe otro elemento que hay que tomar en cuenta. La eficiencia económica no es el todo de las relaciones humanas, también existen relaciones de poder y de seguridad que hay que tomar en consideración. El TLC puede causar que nuestros medios de producción pasen masivamente a propiedad de extranjeros, y al perder industrias no competitivas pero vitales como la agricultura de consumo interno y la producción farmacéutica, es posible que el control de los países ricos sobre los países pobres se incremente. Vía el TLC aumenta la interdependencia, pero es diferente depender para satisfacer tus necesidades de camarones o de flores que depender para satisfacer tus necesidades de maíz y trigo. El sacrificio a la autonomía económica del país debe ser tomado en consideración.

A muchos países prósperos, esta pérdida de autonomía económica no les ha preocupado mucho, tal es el caso de Bélgica y Hungría, siendo esta más próspera que aquella. A ciertos sectores les desagrada este fenómeno pues consideran que socava la soberanía popular. Yo no creo que esto sea tan sencillo, pues no hay razón para pensar que las empresas extranjeras socavarían la soberanía popular más que los grupos de élite ecuatorianos ya existentes. El remedio para la injerencia empresarial en el gobierno es un Estado fuertemente institucionalizado y una sociedad civil fuerte y activa. Sin embargo no podemos dejar de considerar que países como EEUU mantienen una férrea disciplina política de seguridad nacional por encima de consideraciones económicas de eficiencia en áreas clave como la agricultura. Dadas nuestaras particulares circunstancias geo-políticas, parecería más razonable que Ecuador imitara el modelo Belga que el modelo Americano, pero en todo caso urge frenar la injerencia de los grandes poderes económicos en el proceso político. En todo caso, no creo que debamos trivializar este punto.

Este escrito no debe ser considerado un manifiesto anti-TLC, peor un manifiesto anti-mercados, lo que sería desnaturalizar mi intención. Únicamente pretendo poner en la mesa ciertos puntos que son de capital importancia para saber a que tendremos que atenernos en el futuro. Si las ventajas del TLC son al final más importantes que las objeciones planteadas es algo que no me corresponde a mi definir.

miércoles, febrero 08, 2006

La Tercera Vía

¿Qué es la Tercera Vía? Mejor dicho, ¿Cuál es la tercera vía?

Para todo blanco hay un negro. Para lo recto esta lo curvo. En el mundo de las ideologías, este fenómeno se repite y la teoría dualista también hace su bastión. Por cada idea existe otra completamente contraria que tiene una misma finalidad.

La idea común y generalizada ha sido que en el ámbito político existe una derecha y una izquierda. Los capitalistas y los socialistas. Es fácil encontrar conceptos como mercado libre, libre circulación de capitales, o nacionalización, intervención estatal, etc. Asimismo es relativamente fácil encontrar términos como economía social de mercado y otros que dan una sensación de que no son de izquierda ni de derecha.

La Tercera Vía ha sido (a mi juicio erróneamente) categorizada como una tendencia de centro. La enciclopedia virtual Wikipedia la define: “The Third Way is a centrist philosophy of governance that, at least from a traditional social democratic perspective, usually stands for deregulation, decentralisation and lower taxes. It is embodied by such figures as British Prime Minister Tony Blair, former US President Bill Clinton, former German Chancellor Gerhard Schröder, former Dutch Prime Minister Wim Kok, former Australian Leader of the Opposition Mark Latham and Brazil's Fernando Henrique Cardoso.”

El manifiesto La tercera vía / El nuevo centro, de Blair y Schröder establece en su contenido algunos conceptos que parecen ideologías socialdemócratas antiguas y que realmente no aportan alternativas nuevas a los concepción de la política.

Mi opinión es que La Tercera Vía no es el centro. La Tercera Vía no es un capitalismo o un socialismo disfrazado de centro. La Tercera Vía (por lo menos la que estamos gestando en éstas páginas) es, a mi juicio, la nueva manera de ver la política. Es la nueva vía. Es la vía que nos permite prescindir de razonamientos y dogmas antiguos que nos han sido impuestos y enseñados por la sociedad, por la Universidades y por los medios de comunicación. La tercera vía da paso a una nueva política, una política de ideas, de razón, de acción y de consenso. La tercera vía solo responde a la razón y al irrestricto respeto a los derechos fundamentales del hombre (Tendríamos claro otro debate para definir cuál serían estos derechos).

Y ¿ustedes que piensan que es La Tercera Vía?

martes, febrero 07, 2006

El presidente tiene derecho a matarte?

La pregunta se refierea al Presidente Bush, por supuesto.

En todo caso, esto es demasiado interesante para no dejar un link aqui

Post de Miachel Froomkin en su blog www.discourse.net

Si el tiempo da para ello, y consigo una autorización del autor, eventualmente modificaré este post para que contenga una traducción.

Esto ilustra que las garantías deben ser conquistadas diariamente para evitar una regresión al Estado de Policía.

No creo que sea conveniente o real pensar que el Estado de Policía es algo que hemos superado, algo que hemos dejado atrás. Lo llevamos con nosotros, nos enfrentamos a el a diario, se esconde en los elementos fascistas que existen en la sociedad, como dice Zaffaroni, el Estado de Derecho contiene las pulsiones del Estado de Policía que vive dentro de él.

Correo electrónico

Invitamos a cualquier lector de este blog a enviar sus ideas y/o propuestas a:

terceraviaercuador@yahoo.com

Nos encantaría publicar sus contribuciones. Para esto por supuesto tendremos que tener en cuenta que las contribuciones deben ser:

1.- racionales,
2.- pertinentes y
3.- adaptadas a las limitaciones de espacio del medio

No hace falta decir que el lenguaje debe ser en todo momento adecuado y respetuoso.

miércoles, febrero 01, 2006

Sobre la participacion democratica

Quisiera hacer una breve referencia a la importancia de la discusión de los asuntos políticos y de interés social. No puede existir una democracia real sin ella.

En este mundo moderno es demasiado fácil sentirnos seguros de vivir en democracia si verificamos sus formas externas (se vota por los mandatarios) y estas estan acompañadas de los rudimentos de un Estado de Derecho.

No quiero relativizar la importancia de estas cuestiones, poder votar por nuestros gobernantes y tener como garantía el imperio de la Ley son conquistas invaluables. Solo quiero destacar que la consecusión de una democracia formal y el reconocimiento de ciertas garantías básicas no satisfacen lo que yo llamaría el ideal democrático del autogobierno.

La democracia como forma de gobierno encierra una contradicción. El pueblo hace al mismo tiempo gobernante y gobernado, roles que son mutuamente excluyentes, salvo en la noción de "ser dueño de si mismo", de ser autónomo. En este punto una democracia perfecta tiende al ideal de la anarquía, no en el sentido de caos, desorden e imposición de la fuerza, sino en el sentido libertario de ausencia de dominación. La perfección democrática deja de ser una forma de gobierno y se convierte en un auto-gobierno muy cercano al no-gobierno.

Este auto-gobierno dista de nuestra democracia formal por múltiples razones, pero la que nos interesa resaltar en este artículo es la falta de interés de la población en los asuntos públicos. En su obra Estructura de la Esféra Pública, el filósofo aleman Jurgen Habermas señala algo que puede considerarse como un retroceso en la democratización: Los ciudadanos cada vez más toman un rol pasivo en inteligir lo que ocurre en la sociedad.

Somos sujetos pasivos de una democracia formal. No nos informamos, se nos informa. Las opiniones y las posturas vienen pre-empacadas "pre-packaged" como dicen los anglosajones. Vemos, oímos y vivimos vicariamente a través de los medios. Se dice que vivimos en una época en la que reina la ciencia, actividad basada en la experiencia, en el manejo riguroso de la evidencia, pero paradojicamente cada vez mas nos basamos en la opinión de autoridades, cada vez más sabemos lo que sabemos porque alguien con credibilidad nos lo dijo.

Esto dista de la disución activa que gestó el ideal democratico, y parece más bien un retroceso a la actividad cultural medioeval en cuanto ésta era dictada de un organismo central. Es un lugar común del discurso actual criticar la credulidad del religioso, pero somos incapaces de ver nuestra propia asombrosa credulidad a lo que dicen los medios masivos y los expertos de la intelligentsia. Esto se vuelve más grave si consideramos que hoy en día lo religioso se queda dentro de los márgenes de la vida privada, pero lo que dicen los medios de comunicacion y los expertos de la intelligentsia afecta a todos.

Mientras la verdad es distorsionada de forma crónica, los medios masivos de comunicación nos convencen de que a través de ellos llegamos a la verdad y refuerzan el estereotipo de que el consumidor de los medios es un hombre responsable y bien informado.

Participar de la vida pública de nuestra nación debe ser una de las obligaciones éticas más importantes y más urgentes del ciudadano moderno, no sea que nuestra democracia se vuelva únicamente la osamenta muerta de una tecnocracia excluyente, donde el velo de la (pseudo)cientificidad esconde decisiones abusivas de un poder tirano.