martes, enero 02, 2007

Algunas ideas sobre Correa, la Constituyente y el eventual cambio del Ecuador

1.- Si bien pienso que Correa era el mejor de los dos finalistas, resulta que es igualmente difícil lograr un verdadero cambio en el Ecuador, al menos que sus intenciones sean realmente respetadas por todos sus colaboradores. Sin embargo, COINCIDO con muchas de sus políticas, aunque dudo seriamente en que lleguen a ser aplicadas, ya sea por presiones políticas de partidos hegemónicos o por el poder económico.

La Constituyente: DEBE SER DIRIGIDA.- El mandato soberano debe incluir la limitación absoluta de que la Asamblea se instaurará con la única finalidad de "reformar" la Constitución en relación con: organismos de control, conformación del congreso, facultades del presidente, sistema judicial, y otros semejantes. De esta manera desvanece el fantasma de que la Asamblea declare a Correa como Monarca del Reino de Quito y que su descendencia gobernará los destinos de nuestro humilde y subyugado pueblo (lejos de que creo que esa no es su intención).

Como la hacemos dirigida? La convocatoria a consulta popular para instaurar una Asamblea Constituyente (o Constituida) debe expresar claramente los temas que quieren ser "reformados" y evitamos la carta blanca.

2.-Asunto aparte es la procedencia de esta consulta, con un TSE controlado por el PRIAN y PSP. Recientemente se conoce que desecharían el pedido a consulta popular por INCONSTITUCIONAL, lo que traería una larga y seguramente infructuosa guerra de poderes, con los seguidores de correa marchando en la calle y los defensores del status quo marchando en las otras calles. ¿Que se puede esperar de esta guerra? Seguramente ganen los mismos de siempre y no se haga la Constituyente, en cuyo caso esperemos una vez mas que los poderes constituidos dejen la corrupción y el circo y empiecen a hacer algo por este país. Pero si llega a ganar la Constituyente, tenemos una posibilidad de éxito, a mi criterio mayor.

3.- Pero digamos las verdades. A ninguno de nosotros, personas acomodadas que vivimos bien en la sociedad como está, nos conviene que las cosas cambien. Siempre tenemos alguien en el Gobierno, alguien en las cortes, o alguien en el régimen de turno que vela por nuestros intereses, muchas veces en perjuicio de los mas desfavorecidos. Yo, sin hipocresía, acepto que probablemente en un régimen de izquierda, con mayores impuestos (a los carros o cualquier otro artefacto de lujo, porque en Ecuador tener carro es LUJO) disminuya mis ganancias y vea mermado mi estilo de vida (en el aspecto económico únicamente). Evidentemente, no quiero que esa plata, que me cobran en impuestos vaya a parar a manos de corruptos que los utilicen en negociados, sin embargo acepto que ese dinero puede serle mucho más útil al Gobierno para que, a través de concesiones o cualquier otra forma permitidas por la Ley, invierta en gasto social y ayude a las clases sociales que mas lo necesitan. Es un sacrifico que estoy dispuesto a hacer, en beneficio de la sociedad.

4.- Gustavo dijo: “Es fácil repetir lo que dicen los Friedman del mundo, pero una revision empirica de sus afirmaciones (incluso una revision analitica - mas compleja de sus afirmaciones) muestra que su vision pro mercado es irreal. Friedman es obsoleto por mas de 30 años en la academia…” Al respecto hemos abundado en doctrina actualizada que señala que la regulación de los mercados es necesaria para su correcto funcionamiento, sin caer en el exceso de regulación que termina por asfixiarlo. Al respecto ver la cita de Alfred Kahn en http://terceraviaecuador.blogspot.com/2006/02/desenmascarando-las-utopias-de-la.html

5.- Gustavo dijo “Los empresarios, que aparentemente para ustedes son buenos por definicion y por naturaleza, siempre se oponen a que les re-distribuyan un centavo de lo que ganan y como grupo de presion poltiico organizado tienen sus excusas: les impide competir etc. En el Siglo XIX decian lo mismo…” Si en principio pero tampoco son todos avariciosos y malos por definición. La iniciativa privada es el mejor camino para crear fuentes de trabajo y hacer avanzar a la economía de un país. Sin embargo, lo que evidentemente no se puede permitir por un Gobierno sensato y social, es que no la actividad económica no esté controlada, so pretexto de que ése, precisamente, es el mejor control… ¿No controlarlos es el mejor control? Eso es doctrina del siglo XIX. Debemos regular pero a conciencia de que no podemos asfixiar a la empresa privada, quien motor de la sociedad, pero tampoco podemos permitir una oligarquía.